"Si se tiene información equivocada, se tomarán decisiones equivocadas."
- H. Ford
Hay ocasiones en que la rapidez con que se toma la decisión es lo que le da valor en si a lo que se va a hacer.
Y es que s sorprendente que un enfoque simple puede ayudar a reemplazar sus
deliberaciones lentas con decisiones rápidas.
Es simple, intente lo siguiente:
- Conozca el objetivo final. El mayor obstáculo para la toma de decisiones rápidas es la falta de conocimiento total del objetivo final. Si no se cuenta con la información completa las opciones podrían ser equivocadas. Considere la posibilidad de que los interesados que menos quiere
decepcionar participen en la decisión.
- Obtenga una segunda opinión. Pedir una opinión a otra persona puede
ampliar su marco de referencia y ayudar a eliminar errores de juicio. Además,
el hecho de explicar su situación a menudo le da nuevas ideas.
- Haga algo. Hacer algo siempre sera mejor que no hacer nada. Seleccione una opción, mientras deja de lado las otras "buenas". Ninguna deliberación podrá garantizar el éxito de la opción "correcta", pero recuerde:
El propósito de la decisión no es la perfección, sino llegar a la
siguiente que sí nos acerque.
