jueves, 24 de octubre de 2013

Cuatro tipos de personas que debe tener en su equipo


Hay quien dice que en una buena familia, para que se digne de ello, no debe faltar un medico, un contador, un abogado y un vendedor de enciclopedias. De igual forma, para tener un buen equipo de trabajo se debe incluir ciertos tipos de personas.

Los expertos aseguran que una característica de los equipos efectivos es que siempre tienen una mezcla de personalidades, todas ellas con diferentes fortalezas y talentos que funcionan a la perfección ya que cada uno asume lo que otro deja fuera.

Aquí esos tipos de personalidades que nunca deben faltar en un equipo: 


1) El Pensador: Es el creativo por excelencia. Es el que esta absorbiendo constantemente la información de todo lo que les rodea, y como resultado, a menudo se hacen conexiones entre conceptos aparentemente no relacionados. Con frecuencia, esto les lleva a ideas creativas y revolucionarias , pero a veces, sólo confunde a todos. Para sacar el mayor provecho de ellos, no hay que sobrecargarlos con trabajo para que no se sienten abrumados. Aun y cuando son altamente funcionales  y pueden hacer multi-proyectos, si usted está constantemente haciendo cambios y actualizaciones, pueden fallar para completar algo. Asegúrese de que sepan lo que se espera de ellos. Ellos prefieren tener el control total sobre algunos proyectos que el control parcial sobre muchos, así que asegúrese de definir claramente los roles, reglas y expectativas. 

2) El Campeón: Es el tipo de alto rendimiento, de alta energía, optimismo y afectuoso con todos. Hábil en la lectura de la gente. Tiene confianza en su capacidad para manejar las interacciones interpersonales. Un poco de ego les hace creer en sí mismos, en lo que hacen y en las empresas para las que trabajan. Para trabajar con ellos asegúrese de que haya un montón de oportunidades regulares para victorias y compensarlos cuando las logren. Hay que mantenerlos a raya pues suelen ser independientes y con la mira para alcanzar niveles cada vez más altos de éxito. Tienen una jerarquía de liderazgo claro y un conjunto claro de reglas que aplican claramente.

3) El Entregado: La misión primordial del Entregado es darse a la empresa, pone a la compañía y a sus compañeros de trabajo delante de sí mismo. Trabaja duro y más allá. Son grandes lugartenientes, pero a menudo no quieren llevar a la caballería. Lo hacen mejor cuando toman órdenes de otra persona. Pueden ser buenos líderes, pero por lo general no quieren ser el jefe. Para trabajar con ellos tenga cuidado con la retroalimentación, la crítica puede ser muy perjudicial para ellos. Asegúrese de que cualquier crítica hacia ellos sea constructiva y equilibrada con retroalimentación positiva. Tenga en cuenta su progresión profesional y la satisfacción en el trabajo, ya que no estarán dispuestos a hablar de estas cosas, incluso si están disgustados. Alentar el diálogo abierto pues tienden a mantener sus frustraciones y luchas dentro de sí mismos.

4) El Sabio: Los sabios son muy buenos en lo que hacen. Son creativos, tienen buen humor y, a menudo son brillantes. Sin embargo, son introvertidos. Ellos pueden tener problemas con la comunicación verbal o estar incómodos en situaciones sociales. Los sabios pueden divagar hasta que encuentran un papel que sientan que es realmente el adecuado para ellos, pero una vez que lo encuentran, van a ser de sus empleados más comprometidos. Para trabajar con ellos no hay que excederse en su gestión ya que son auto-motivados e independientes. Deles la libertad de seguir su rutina y que se aíslan en el entorno de su elección. No dé por sentado que pueden hacerlo todo. Ello s son generalmente dotados en un área en particular. Identifique su especialidad, y entonces simplemente déjelo trabajar. Son emocionalmente sensibles y tienden a tener sentimientos particularmente intensos. Ellos son sus propios peores críticos, y a menudo serán demasiado duros con ellos mismos. Asegúrese de que su buen trabajo no pase desapercibido.

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